Siendo este mi primer artículo para la columna, primero quisiera contarte que esperar de ella. Si buscas críticas pretenciosas o recomendaciones de películas iraníes por el solo hecho de provenir de tierras exóticas y mal nombradas cine “arte”, esta no es tu columna.
Realizar una buena película es extremadamente difícil y requiere una buena ejecución de muchísimas variables. Es un trabajo en equipo a gran escala y atravesado por gran cantidad de individualidades y subjetividades. Cualquiera que haya trabajado en equipo conoce las dificultades que esto genera.
A esto hay que sumarle el componente comercial y lamentablemente el signo “$” domina las mentes de todos los ejecutivos, las cuales están totalmente contaminadas por miles de estadísticas y estudios de mercado, que creen tener la formula del éxito. A veces funciona, pero en general no.
A mi entender una película se convierte en arte cuando logra un equilibrio artístico en por lo menos 3 o 4 de estas variables. Un buen guión por si solo no garantiza el éxito en esta tarea. Tampoco grandes actores ¿Cuantas veces hemos ido al cine por nuestra afinidad con un elenco y terminamos totalmente decepcionados?.
Un ejemplo clarísimo fué el film “Righteous Kill” interpretado por Al Pacino y Robert de Niro ¿Quién no se sentiría atraído por semejante dupla? Lamentablemente un guión mediocre y una pésima dirección de Jon Avnet lograron que dos grandes actores terminen interpretando una caricatura de ellos mismos con estereotipos de sus propias actuaciones.
Cuando digo que fue una pésima dirección, me refiero a esto último. Hasta los mejores actores necesitan ser bien dirigidos para lograr una interpretación creíble y rica en matices. Cuando esto no ocurre, el actor termina preso de su propio ego y de su visión limitada por el personaje que interpreta.
Ahora pongamos un ejemplo cercano de una buena ejecución de estas variables; el film “El secreto de sus ojos” es sin lugar a dudas una obra de arte y no por el hecho de haber ganado un Oscar, ya que es un premio tan antojadizo como las modas que transitan el medio, sino por contar con un gran guión, brillantes actuaciones y la dirección de Campanella, quién logró transmitirle a los actores su visión de lo que pretendía de ellos, de la construcción de esos personajes complejos, con una estructura narrativa, clara y dinámica, logrando contar la historia de una manera brillante. Todo esto sumado a una fotografía impecable lograron construir un film que logra trascender la pantalla y conmover al espectador. En ningún momento se pierde el interés de la historia que se cuenta y cada vez más uno se sumerge en el universo que se muestra.
Con este espíritu trataré de acercarles, en mis próximas entregas, películas y series que cumplan (a mi entender) con estos requisitos. También cabe aclarar que muchas veces disfrutamos de largometrajes que no terminan de ser obras maestras del cine, pero que por ciertos recursos o actuaciones nos conmueven de igual manera.
Espero poder cumplir con esta promesa y que juntos construyamos este vínculo basado en un mutuo enriquecimiento.
Para finalizar les dejo un spoiler del próximo articulo; “La mafia en el cine”.
Por Damián Crescenti.