Lennon vive, en Paraguay

“John no se murió” aseguran las abuelas de mi barrio. Y no son pocos los que se arriesgan a decir que viviría de incógnito en nuestro país, más precisamente en El Bolsón, junto a Elvis y Jimi en una casita baja a orillas del Quemquemtreu.

Pero mas allá de estas versiones dignas de una investigación de José De Zer, no nos podemos poner colorados si afirmamos que John está vivo en el rock latinoamericano. La impronta lennonista en el rock sudaca es clara, no solo en su herencia compositiva y estilística, sino también en la variedad de covers que nuestras bandas hicieron de su obra.

Y no solo fue cosa de grabar sus canciones, sino también de darles ritmos nuevos, latinoamericanos. Tal vez la más famosa reversión de un tema compuesto por Lennon es el Strawberry fields forever en tiempo de ska, de los Fabulosos Cadillacs editado en Rey Azucar. En la misma línea tenemos el hermoso It’s only love en la dulce voz de Midnerély Acevedo de Mimi Maura.

Pero hay otras versiones menos conocidas de la obra de Lennon en el rock argento: El Jealous Gay de Pedro Aznar en Quebrado, Birthday por Palo Pandolfo, What Ive Done de los Durabeats con la colaboración de Gustavo Cerati, la curiosa Eleanor Rigby de O´Connor o la serie de covers que hicieron los chicos de Smiten, muchas de ellas en español. Ni que hablar de Ella es tan cargosa, que tributaron el nombre de su banda a un tema de John.

Brasil le dio un sabor bossa nova a las canciones de los Beatles con Rita Lee y su Bossa’n Beatles, un disco brillante que se contrapone a la aburrida Help! De Caetano Veloso en portugués.

De Bariloche salió otra gran pieza tributo con la obra del conjunto andino “La Fragua”, que hace canciones de los Beatles con instrumentos y ritmos autóctonos, entre los que encontramos una versión chamamé de Yellow Submarine. Y no podemos dejar de lado el “Demasiado Beatles” que en 2009 editó Charly García.

De otros lados de América llegaron más tributos a los cuatro de Liverpool, como el de Los Bunkers de Chile, los The Beatales de Uruguay (al estilo Danger Four) pero donde se destaca “El Álbum Vede”, un tributo de bandas reggae en el que participaron Pushin de Costa Rica, Antidoping de México, Planta y Raiz de Brasil y los chilenos de Gondwana, entre otras bandas argentinas.

Pero la Copa América lennoniana se la lleva Paraguay, pues allí en 2000 se editó el disco “Lennon Vive- Un tributo del Rock Paraguayo”.

El rock guaraní nació tímidamente en los años ´70, cursó su infancia recién en los ´80 cuando debió resistir a la dictadura de Stroessner. En este marco poco propicio, el rock de Paraguay fue creciendo entre una reducida población de apenas 7 millones de personas que no ayudaba a la expansión de un mercado para el rock. En la década del ´90, y con la transición democrática, se promueve una gran proliferación de bandas, entre las que se destacan El Templo, Paiko, Gaia, Area 69 y Deliverans, entre otros. Con apenas 30 años de historia, la actualidad del rock paraguayo está más vinculada a géneros como el metal y el trash metal.

Y en este sentido escuchamos a Lennon Vive, un disco ecléctico en géneros y estilos que no escapa al espíritu del rock del resto de Sudamérica.

El disco está realizado por 12 interpretes, el cuarteto Paiko, la banda más emblemática del rock paraguayo, aporta con su sonido mitad Paralamas, mitad flamenco, sus bonitas versiones de Woman, Stand By Me y Instant Karma, curiosamente las 3 dobladas al español. El trío de influencia dark Deliverans se encarga de las versiones de Dear Prudence y Watching the Weels, con algún sonido spinetteano dando vueltas.

Steel Rose es la banda de metal mas importante de Paraguay, y son ellos quienes hacen una excelente versión de Power to the People y también son responsables de Cold Turkey (lo mas arriba del disco). En la cara opuesta está el coqueteo erasuresesco de Limón Sutil, un trío indie-pop, con una memorable versión de Love.

Cecilia Enriquez nos enamora con su voz en una versión en tiempo de jazz de Just Like Starting Over. La impronta de Perl Jam (muy bien entendida) está en El Templo con dos temas, Dream #9 y una preciosa versión de Jealous Guy. Claro, un tema tan hermoso no puede ser arruinado ni por Pity Álvarez.

Los puntos mas altos del disco son los temas súper rockeros de Gaia, sobre todo I Don’t Want To Be A Soldier. Este disco tiene un invitado de lujo: Litto Nebbia para otra versión de Woman.

El rock paraguayo aun está en pañales. Pocas de sus bandas tienen sitio web oficial y las más importantes apenas tienen 5 discos publicados, pero hay gran actividad de recitales y la efervescencia está en marcha. Y si con un mercado tan pequeño y un contexto de dictadura hasta 1989 fueron capaces de realizar tan excelente tributo a John Lennon, no quedan dudas que su legado esta vivo en Paraguay.

Escuchá online dos de estas canciones.

Jealous Guy – El Templo

Power to the People – Steel Rose

Por Hernán Bañez.
Nota publicada en Revista Yo Soy La Morsa Nº22 – Diciembre 2010
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