¡Aguante la Pachamama!

Hoy en MOEV decidimos volar sin escalas hacia el norte, para visitar imaginariamente a los pueblos de Bolivia y Perú, y de esta manera conocer la hermosa música andina.

Es la música que resulta de las culturas quechuas y aymara, es un género musical que utiliza cuatro instrumentos básicos: la zampoña, el charango, la quena y el bombo. La cultura quechua, matriz del imperio incaico, nació en la sierra peruana central y aun no se sabe mucho del origen, y menos aún se logra entender cómo pudo organizar en menos de mil años el llamado milagro del Incanato. El Imperio del Tihuantinsuyo, así se llamaba realmente, ya que Incas eran quienes ejercían el poder máximo, se extendía desde Colombia hasta Chile y Argentina, y su capital fue el Cuzco.

Entre las muchas expresiones religiosas y cosmológicas dentro de la vida del pueblo quechua sobresalía la fiesta. La abundancia de comida y de bebida era características de estas celebraciones. Mascar coca y fumar cigarros, la música y el canto, danza y disfraces, velas y el olor a humo.

La música para los pueblos andinos acompañaba las ceremonias religiosas y rituales relacionados con la agricultura y en celebraciones del ciclo de la vida.  En las comunidades aymara la música y el baile no sólo representan la solidaridad del pueblo indígena con su tierra, sino también expresaba la unión con los coterráneos. Las danzas tradicionales son una parte muy importante de las ceremonias en las cuales aún hoy en día, se venera a la madre tierra llamadala Pachamama.

A estas fiestas religiosas del altiplano se unen los instrumentos aymará y quechuas y aparece el charango, semejante al ukelele americano, con la diferencia de que la caja de resonancia se hacia con el armazón del animalito llamado por los quechuas kirkincho;la Quenaes un instrumento de caña y es el principal de los conjuntos bolivianos y peruanos; el Sicus o ayarachi de los bolivianos; la pusa, instrumento de caña llamado en Bolivia zampoña que es la antara de los peruanos, la laca, en aymará es siku y se lo confunde con la zampoña. la anata, flauta de caña de sonido muy suave, el pututo, instrumento hecho con un cuerno, el pincullo, similar a una quena, y la tarka, flauta de madera.

Hacia el norte, y con la contaminación (o sincretismo) de otras culturas, aparecen las cajas y los bombos; panderos cascabeleros, pitos, flautas, matracas, acordeón, arpas y guitarras.

Uno de los instrumentos musicales más antiguos sería el Punkulu, su confección se realizaba con materiales óseos, hasta llegar a las actuales cañas de diferentes vegetales, especialmente el bambú.

Todos estos instrumentos son prehispánicos, como las variantes de la quena. Algunas de las músicas típicas de las regiones orientales amazónicas y chaqueñas y andina bolivianas son el carnavalito, el taquirari, la chovena, el kaluyo, o el huayño.

Una curiosidad: La canción titulada “Llorando se fue”, del compositor boliviano Ulises Hermosa, fue grabada en 1989 por el grupo francés Kaoma y se convirtió en un éxito mundial con el nombre de La Lambada. Si señores,La Lambada es boliviana y de origen Aymara ¿que tal?

Como vemos, la herencia de los pueblos andinos es basta y aun tenemos que aprender mucho de ellos. Es una cultura rica, alegre, llena de color y algarabía. La música de la Pachamama está muy arraigada en muchísimos artistas nacionales que han tamizado la herencia andina al rock, como Sinagua, Arbolito, Las Manos de Filipi entre muchas otras. Y además, como nada escapa al progreso, y así como el tango tuvo su paso al ritmo electrónico, la música  del Tihuantinsuyo fue notablemente remodelada por el dúo Gallo y Emilio de Ángeles, una agrupación electrónica que le puso maquinas a la herencia andina, y desde nuestro punto de vista, no ha quedado nada mal.

Escuchá “Resistencia” (o Aguante la Pachamama) de Sinagua.

Por Hernán Bañez