Pozo de la memoria y el arte

Con motivo de un nuevo aniversario de la Noche de los lápices (16 de septiembre) el día sábado 1º de octubre se llevó a cabo la 3ª Muestra Plástica Pozo de Banfield, en la puerta del ex centro clandestino de detención que lleva ese nombre. El evento es organizado por una serie de artistas y docentes de plástica del municipio, entre los que se encuentra el banfileño Jorge Gionco. La muestra, que se dio en el marco de un día soleado, comenzó a las 14 horas y se extendió hasta pasadas las 21.

La muestra de pintura y dibujo fue integrada por mas de una treintena de artistas. Además, durante la jornada se realizaron diferentes actividades de arte en vivo, como esculturas en arcilla en las que participaban varios artistas, pinturas en tela para niños, y la disciplina llamada intervención urbana. El cronograma fue abierto por un taller propuesto por el Teatro del DiabloMundo. Luego llegó el tango de la mano de Mónica Linares y Benjamín Grisoni, y a ellos les siguió una excelente performance de Edgar Vargas, egresado dela Escuela Julio Bocca, quien realizó una emotiva interpretación de contemporáneo.

Luego de la emoción, llegó el paso circense de la mano dela Familia Musirka, y el folclore a cargo de Betty Villar (de quien destacamos el tema “Adriana Calvo”, una emotiva canción dedicada a una ex detenida amiga de la cantante) y Miguel Antonio.

La tarde se extendió con malavares, titeres, poesía y rock, de la mano de Pablo Barzola, 27-F+Los Amateurs, el grupo Estilo de Vida y la banda de Surreal Rock Parasupiales. Para el cierre volvió el tango:la cantante Karina Grigera y la versión electrónica con Adrían Subotovsky. Finalmente, Ley de Temper ocupó el escenario principal.

En simultáneo a lo que ocurría en el escenario, se podían apreciar actividades de esténcil, modelado en vivo, globología y murga.

Unas 500 personas asistieron al evento durante toda la jornada, que sirvió para ponerle arte al presente sin dejar de hacer memoria por el horror del pasado. Arte que quisieron cegar quienes fueron responsables de aquella noche fatídica de 1976. Pero la muerte y las mordazas que quisieron imponer han fracasado: Aquellos chicos están vivos en nuestro arte y en nuestra memoria, y eso, nada podrá quitárnoslo.

   

Por Hernán Bañez