El mundo del arte ha cambiado, y estos cambios son evidentes en las obras contemporáneas propiamente dichas.
Para acercarse al arte moderno, para tener contacto con las corrientes y tendencias de los tiempos que corren, no hace falta ser un erudito, no hace falta ser un entendido en el tema o este tipo de cuestiones artístico-culturales. Lo único que se necesita es dejar de prejuicios de diversas índoles y tener un poco de coraje para tomar la decisión de entrar a visitar cualquiera de los distintos espacios destinados al arte contemporáneo en la Argentina.
Por suerte hoy contamos con fundaciones, galerías, centros culturales, salas de exposiciones, museos que le dan lugar a este tipo de expresiones artísticas y nos abren las puertas sin ningún requisito en particular o condición para que los visitemos. La única condición que se nos pide es que nos animemos a entrar y a dejarnos llevar por las sensaciones que las obras pueden llegar a trasmitir y a generar en nosotros. Es decir, dejar que nuestros sentidos se sientan movidos, activados y a partir de ello, aceptar que de alguna manera las creaciones de los artistas ya están involucradas en esos instantes que hacemos contacto.
Consecuentemente, tenemos que romper con el mito de que el arte es para unos pocos, para cierta “elite” y entender de una vez por todas que es para toda la sociedad que tenga ganas de consumirlo, sentirlo, vivirlo, experimentarlo. Es hora de que las cosas cambien, es hora de la que la gente, es hora de que el público se deje llevar por sus sensaciones y dejar un poco de lado los preconceptos, que la intriga nos invada, que el sentimiento de atracción no sea reprimido y así enriquecer nuestra cultura.
Por supuesto que todos somos libres de opinar y decidir, pero seria fundamental darle una pequeña oportunidad a este tipo de actividades en nuestra vida cotidiana, y con intentarlo ya es un mérito. Porque al remitirnos a las bases, a las premisas básicas, a las concepciones clásicas, el arte no tiene porque ponernos limites, al contrario, en realidad es cuestión de incursionar e inmiscuirnos en cualquiera de todos los caminos que nos abre.
Un ejemplo claro de esto es la nueva muestra que presenta Itaú Cultural Argentina, llamada PARACONSTRUCCIÓN.
La misma es la primera edición de una convocatoria anual, denominada Site3, a artistas para que intervengan el espacio de exposiciones de la fundación. Esta exhibición esta compuesta por los trabajos de Andrea Cavagnaro, que crea su obra a partir de materiales textiles de alto impacto sensorial; Jorge Tirner que intervino un Fiat Europa de una manera muy particular y con búsquedas determinadas evidenciando su búsqueda en relación con la resistencia de los materiales; Luciana Lamothe que utiliza materiales y objetos ya existentes dándoles nuevas configuraciones, y jugando con la “inestabilidad estable” de los mismos; y por último la obra de Diego Figueroa quien bajo el concepto de que la belleza se encuentra en las cosas simples, creó una fuente, muy simpática, con piletas de lona.
PARACONSTRUCCIÓN que reúne los proyectos heterogéneos de estos 4 artistas, esta curada por Patricia Hakim y Jimena Ferreiro Pello.
Puede visitarse de Lunes a Viernes de 10:00 a 19:30. ¿Dónde? En Viamonte y cerrito, frente al teatro Colón.