Pocas veces se ve a un artista con versatilidad de técnicas, sensibilidad y encima, que sea del Taladro. Óleo, acuarela, grafito y hasta lapicera, son alguno de los recursos que usa Gonzalo Pedemonte para pintar y dibujar.
Gonzalo tiene 26 años, se dedica a las artes visuales y es docente de artes plásticas en el Colegio Balmoral y en la Casa de Cultura del Circulo Medico de Lomas de Zamora. “Hice la secundaria en el ENAM de Banfield y luego comencé el profesorado de artes en Visuales en el IUNA. Al ingresar tuve que elegir entre la licenciatura o el profesorado, y ahí fue donde comencé a meterme con la docencia”.
¿Tenés alguna influencia que quieras destacar?
Ya comenzada la carrera, empecé a ir a un taller con unos de mis referentes mas importantes, Ricardo “el mono” Cohen (más conocido como Rocambole, autor de varias obras para Los Redonditos de Ricota). Y fue un gran cambio el que encontré yendo al taller con él, es un grandísimo artista y muy buen tipo.
¡Que groso conocer al Mono! ¿Eso cambio las temáticas de tus trabajos?
Sobre la experiencia de conocer a Rocambole, te puedo contar que siempre me gustaron los Redondos. Pasaba días escuchando sus discos. Y un día mi amigo Lucio me alcanza un recorte de diario en donde decía que Rocambole daba clases de dibujo y pintura, y llamé. Todavía me acuerdo del primer día que fui. Era toda una referencia para mí, como artista plástico, como integrante de los Redondos. Un día salía del Taller junto a él, y afuera lo esperaban “La Negra” Poli y Skay. Lo primero que hacía al llegar a casa era llamar a los chicos para contarles. El Mono es un fenómeno, un dibujante increíble y un gran cebador de mate (risas). Me enseñó gran parte de lo que ahora son mis laburos, me abrió los ojos por esos lados.
Con respecto a mis trabajos, creo que en ellos hay simpleza. Me gusta trabajar con materiales simples, nobles. Me combinar dibujo y pintura, lápices, crayones, diario, sobre madera. Antes pintaba con acrílico que es más barato, y ahora que mi querida abuelita me regalo una caja llena de óleos, los aprovecho.
Hay mucha figura humana en tu obra.
Si, soy muy figurativo. Me encanta laburar así, me divierto muchísimo. Por cuestiones técnicas suelo trabajar con imágenes, con fotos sacadas por mi a veces. Lo que últimamente estuve haciendo es una serie de nenes y nenas, de América Latina. Pequeños amigos que uno va haciendo, y otros que no, pero que me enloquecen. A veces me preguntan por qué pinto “nenes pobres”, y yo digo que no son pobres, son nenes, que viven en otros lados, en otras realidades y condiciones, que no son peores ni mejores. Me gusta representar diferentes realidades, a través de los pibes.
Me gusta mucho el grabado, sobre todo la xilografía. Hay una de la estación de Banfield que me encanta. Cada uno de mis amigos tiene una de esas, hasta me hice una estampa de esa madera en una remera. Siempre jodí con la idea de que yo tengo un elástico a la cintura, que me une con Banfield. Me puedo ir un día, un mes, dos, pero siempre voy a terminar volviendo al barrio. Cuando me bajo del tren, llegando de Capital, respiro Banfield y ya estoy en casa.
¿Y además de la docencia y el arte?
También trabajo coordinando un Taller de Expresión y Comunicación en una organización social llamada La Matera, en el barrio de Montserrat. Y con mis amigos tenemos un equipo que participa de la Liga Atlántida, su nombre es Ferrocarril Sur. De hecho, tengo una anécdota media tonta con Banfield y Ferrocarril Sur: A la cancha voy desde chico, y durante 8 años mantuve un invicto de ir a la cancha de local, sin perderme un solo partido. Muchas veces estuve por no poder ir, pero zafaba y mantenía ese invicto. Me acuerdo que el partido en el cual lo perdí fue por jugar con Ferrocarril Sur, Banfield jugaba con Independiente, un partido que dimos vuelta un viernes a la noche, con el aquel centro de Chatruc, goles de Salvatierra y Villarreal. ¡Que partido para no estar!.
Para escribirle a Gonzalo: gonzalopedemonte@hotmail.com
Para ver mas de su obra: http://www.flickr.com/photos/gonzalopedemonte