En tiempos donde reinan las tecnologías, lo digital cada vez entra con más fuerza en nuestras vidas y el desarrollo de las mismas, donde a veces perdemos la noción de la barrera entre la realidad y lo virtual (lo irreal), podríamos hacer una breve reseña de como la sociedad europea, hace casi un siglo atrás, también empezaba a tratar estás cuestiones y a manifestar sus dudas, certezas, creencias y esperanzas. Por eso considero interesante que nos acerquemos un poco a lo que fue el surrealismo para el mundo de las expresiones artísticas.
A principios de los años 20’ en Francia los considerados artistas del momento emplearon el principio dadaísta de lo ilógico, irracional y casual de su pintura para penetrar en los campos del inconsciente. También ellos dejaron de creer en la realidad visual y se dedicaron a la búsqueda de una realidad universal, una surrealidad (“sur” francés para “sobre”). Igual que el expresionismo, el surrealismo tampoco se limitó únicamente a la pintura, sino que también encontró formas de expresión literarias de la realidad.
Los surrealistas recibieron fuertes impulsos por parte del psicoanálisis desarrollado por Sigmund Freud. Las investigaciones de Freud sobre los sueños demostraron que la mayor parte de nuestra psique es comparable a un iceberg que flota en el abismo de nuestro inconsciente y que tanto el pensamiento, como el sentimiento y el comportamiento del ser humano vienen determinados por fuerzas desconocidas.
Puesto que el inconsciente se manifiesta sobre todo en los sueños y en los estadios de trance, los surrealistas concedieron un importante significado al mundo de los sueños. El escritor André Breton editó en 1924 el manifiesto surrealista, y con ello se hizo responsable del nombre de este movimiento, y declaró: “Creo en la futura disolución del sueño y la realidad, circunstancias que en un comienzo parecen tan diferentes, en una especie de, si se quiere, superrealismo”.
Algunos de los artistas más destacados que pregonaron esta corriente estética, ya sean plásticos o escritores fueron Salvador Dalí (cuadro izquierda), Joan Miró, Max Ernst, Rene Magritte, Frida Kahlo, Giorgio de Chirico, entre otros.
Mientras una parte de los artistas se ocuparon de describir las cosas y los sueños, reproduciendo un universo absurdo repleto de alucinaciones, otros artistas se dedicaron a plasmar un proceso de creación que no estaba guiado por el consciente. Algunos artistas intentaron atravesar los procesos mentales guiados por el consciente mediante un irritante mundo pictórico impregnado de tensiones, diseñando en un estilo realista cuadros completamente irreales. Por ejemplo de Chirico denominó su obra, en la que parecían reinar fuerzas sobrenaturales, “arte metafísico”.
Bajo mi opinión quiero destacar que los primeros indicios claros de las características surrealistas en obras de arte se pueden encontrar en trabajos realizados por el artista español Francisco de Goya (1746-1828). Este tipo de obras se desprenden de un período muy particular de su vida marcado por una grave enfermedad que padecía, tormentos a nivel emocional que afectaban su psiquis y cuestiones relacionadas con la razón y el iluminismo reinante a fines del siglo XVIII.
Y también la labor de Alfred Kubin (1877-1959, cuadro derecha) fundamental para forjar las bases del surrealismo. Su obra la desarrollo fundamentalmente como grabador e ilustrador, pero gran parte de su celebridad proviene de su actividad literaria y esencialmente porque, junto a múltiples artículos, narraciones y un amplio epistolario. En 1909 escribió una imponente y premonitoria novela expresionista, Die Andere Seite, traducida al español como La otra parte o al otro lado, y que influyó notablemente en la literatura posterior, sobre todo en los surrealistas, convirtiéndose en un clásico de la literatura fantástica universal.
Ahora repasemos algunos conceptos:
Dadaísmo: Movimiento artístico surgido durante la primera Guerra Mundial que se rebeló contra los valores artísticos tradicionales con formas de expresión irracionales y nuevas.
Expresionismo: Movimiento artístico de la primera mitad del siglo XX que acentúa las experiencias subjetivas del ser humano. Los expresionistas proyectan la búsqueda de una expresividad irreal mediante deformaciones formales, exasperadas exuberancias del color y una pintura superficial que abandona conscientemente la tridimensionalidad perspectiva.
Por Martín Liberatore
Bibliografía: Anna-Carola Kraube. Historia de la pintura, del renacimiento a nuestros días. Traducción LocTeam, S.l. Editorial Könemann. 2005.