Es cierto que el rival no era de jerarquía, pero habitualmente Banfield se complicaba solo en este tipo de partidos. Munua planteó bien el partido, siendo profundo con Álvarez y Rivera por las bandas y con un medio campo combativo que le daba a Díaz la responsabilidad de generar juego y peligro. El gol de Cañete en el primer tiempo simplificó todo. El Taladro se ordenó bien atrás, y a partir de eso empezó a generar en ofensiva. Esa primera mitad se vio manchada por la grave lesión de Díaz quien se lesionó en el tobillo. En el complemento el equipo continuó sólido defensivamente y ordenado en el medio. Los cambios le dieron aire nuevo a Banfield que continuó con su plan. El segundo llegó tras la definición de De Ritis y partido liquidado. Era necesaria la victoria en casa, luego de 4 partidos sin hacerlo en el Lencho. A seguir por este camino.