Se vio otro Banfield, más entero físicamente, con recursos ofensivos, sobre por la derecha, primero con Ribera y luego con Alvarez. Defensivamente no pasó sobresaltos y fue quien contó con más y mejores situaciones de gol. Llegó poco, pero en gran parte del juego fue superior a Central. Algo que queda muy claro es que Rivera no puede seguir siendo suplente. Es el único que desequilibra y genera peligro para los rivales. Hay mucho por mejorar y corregir pero jugando así, sobre todo de local, el equipo sumará puntos. Haciéndolo como ante Huracan, volverá a pelear por mantener la categoría. Banfield disminuyó a un gran equipo que viene de ser campeón. Es cierto que la cancha fue el peor enemigo Canalla, ellos son de jugar pelota al piso y atacar con mucha gente, algo que no pudo hacer en todo el encuentro. Rusos intentó con los cambios darle otro ritmo a su equipo que no logró. Falcioni, ya sobre el final, entendió que el empate era un buen negocio, sobre todo si el próximo lunes por la noche ante Instituto en el Lencho. Sumar de a 3 en casa será determinante para comenzar a acomodar el equipo y calmar las aguas. El hincha exige refuerzos pero también resultados. El partido ante la Gloria será clave.