Lo lindo del futbol es
que de una semana a otra todo cambia o al menos, así parece. Dylan Gissi era
resistido por casi todos los hinchas de Banfield, venía de la mano de Bragarnik
y Dabove, ahora le prendemos velas para que llegue en condiciones físicas al
partido ante Unión, luego de haber salido en la Bombonera con una fuerte
contractura. Fue uno de los puntos altos ante Boca y de a poco, va armando una
buena dupla central junto a Maciel. Lo mismo con Domingo y Cabrera, parecía que
juntos no podían estar ni complementarse, sin embargo gracias a su presencia,
otros jugadores han levantado su nivel
(Galoppo y Urzi). El partido del sábado ante Unión es determinante para
saber dónde está parado el Taladro. Es un rival directo pensando en las copas
versión 2023 y viene de ganarle a Lanús 3 a 0 de local. Vendrá al Lencho a
hacer su negocio y es en esos partidos, donde Banfield se complica. Algunos
minimizan la victoria ante Boca por tratarse de juveniles, otros, hablan de
jugadores Xeneizes con experiencia en primera. Se puede mirar la mitad del vaso
lleno o la mitad vacía, dependiendo de qué vereda estés futbolística y
políticamente. Pero lo que no se puede obviar, es que hubo un crecimiento
colectivo e individual desde la llegada de Vivas. Eso no quita que el sábado no
consiga el resultado deseado, pero hay una renovación de confianza y varios
aciertos en el entrenador. Coronel, Urzi y Galoppo recuperaron el nivel
mostrado en temporadas anteriores, y ese no es un dato menor. Matías González
es el distinto del equipo y esa ficha es un pleno del entrenador. Bologna
alterna buenos y malos partidos, pero para el DT es el titular. Enrique, falla
más de lo que convierte pero es el primer defensor del equipo y en caso de que
se le abra el arco, será un delantero importante. Banfield está en pleno
crecimiento y en curva ascendente, hay que creer en el plantel y seguir soñando
en grande.