A
pesar no haber terminado jugando bien sus últimos partidos, el Taladro de
Sanguinetti redondeó una gran temporada. Primero de su zona en la liga pasada,
siendo netamente superior a sus rivales, cayó por penales ante el campeón Boca
en la final. Sigue en carrera en la Copa Argentina
con un fixture alentador. Logró la clasificación a la Copa Sudamericana
2022, lo cual significará un dinero importante para el club. Y luego del masivo
contagio de Covid del plantel, estuvo muy cerca de clasificar a los 4tos de
final del torneo local. Merecido descanso para jugadores y cuerpo técnico
quienes el 01/06 retomarán los trabajos en Luis Guillon.
En
cuanto al proyecto, quedó evidenciado. No traer refuerzos por traer, potenciar
a los pibes del club y desprenderse de uno o dos jugadores por temporada para
sañar el déficit económico que acumula el club mes a mes. Casi sin darse
cuenta, la dirigencia, que venía apostando a un proyecto de inferiores a largo
plazo, tuvo que acelerarlo y encontró buenos dividendos. Los Arboleda, Coronel,
Maldonado, Galoppo y Payero, que eran una apuesta a futuro, son el presente y
con un buen valor de mercado. La crisis mundial no colabora, pero en dólares
todo será bienvenido para éste Banfield que necesita si o si vender para
subsistir. Sanguinetti pidió expresamente, sino traen refuerzos, mantener la
base. A partir de ahí, Arboleda y Urzi son los que más chances tienen de
emigrar. Con Altamirano y Cambeses detrás, el puesto de arquero estaría
cubierto. Lo mismo con Urzi, que viene teniendo rendimientos irregulares y aún
está relativamente bien valorizado en el mercado. Desprendiéndose de ellos dos,
puede solventar un año más de competencia. La próxima, ya con el ingreso del dinero
de la Copa Sudamericana, no habrá tanta necesidad de vender. Así todo, Coronel,
Galoppo y Payero, podrían emigrar siempre y cuando llegue al club una oferta
indeclinable. Los jugadores también presionan para salir para hacer una
diferencia económica en dólares.