Algo deberá cambiar en Banfield
pensando en conseguir resultados en el corto plazo. Algunas desconcentraciones
defensivas y la inoperancia para definir las situaciones que se crean, obliga
al Emperador a tener que meter mano en el equipo. Los planteos tácticos están
bien, la estrategia también, pero el equipo individualmente sigue dando
ventajas. Hay jugadores muy por debajo del nivel esperado (Esteban Conde,
Luciano Lollo, Junior Arias y Julián Carranza). Puede que ante Racing, el
arquero siga siendo Conde, pero observando con lupa por el cuerpo técnico.
Lollo tiene que salir por la expulsión, el conflicto es que no hay
muchas variantes, sobre todo si los dos centrales que podrían reemplazarlo
juegan en la zona central del campo. Allí tampoco hay muchas alternativas.
Israel Damonte jugó en reserva para no perder ritmo, se traduce que no está
para el ritmo de Primera. Lo mismo para Giuliano Galoppo quien recién cumplió 6
meses de la rotura de ligamentos. Disputó dos partidos en reserva y anotó dos
goles. Sería un acierto incluirlo en el banco de suplentes e ir dándole minutos
de a poco. Bertolo acelerará la recuperación, pero por antecedentes de
lesiones, no llegaría ante Racing, nuevamente Juan Álvarez sería el volante
ofensivo derecho. Arriba es la gran incógnita. Algo deberá cambiar y Agustín
Fontana, con más confianza, es la alternativa que tiene Falcioni en esa
posición del campo. Ni Junior Arias ni tampoco Julián Carranza son goleadores
natos. Tienen un fútbol voluntarioso, pero hoy Banfield necesita goles, no sólo
delanteros convertidos en defensores. Se viene Racing, un duro rival, el último
campeón. Restan 13 fechas para terminar el torneo y ya no hay margen de error.
Buscar culpables ahora (Crespo, la dirigencia), no ayuda en nada, el Taladro
debe comenzar a ganar y despegarse del lote de los de abajo en la tabla de los
promedios.