Fue
una buena iniciativa de la comisión directiva que le dio a Falcioni la vuelta
al club que se merecía. Tras superar el cáncer de laringe el entrenador volvió
al club de sus amores y en donde es ídolo. Ni bien pisó la cancha, la Mouriño
se vino abajo, el buen puñado de hinchas presentes no pararon de ovacionarlo y
el Emperador se emocionó hasta las lagrimas. Luego vino la conferencia de
prensa en donde se mostró distendido, contento y agradecido. "Es una
emoción muy grande para mí. Soy DT y no mánager porque estamos en un momento
complicado y me quiero hacer responsable desde adentro", comentó y agregó:
“Lo mejor está por venir”. También se refirió a la famosa bandera (Los mejores
días siempre fueron falcionistas), de esto dijo: “La bandera la buscaba todos
los partidos. Cuando sacaron el alambre pensé que me limpiaron. Es una alegría
enorme. Es un grupo de gente que me quiere y apoyó siempre. En este tiempo he
recibido muchos mensajes de Banfield y muchos lugares. Gracias a todos”. Con
respecto a su salud comentó emocionado: “Hace poco me hice una última revisión
y mejora mi voz. No tengo enfermedad, y eso es lo principal”. Luego agregó: “Vengao
a luchar y a sacar al club adelante. Gracias a Dios estoy muy bien de salud y
estoy agradecido por todo el cariño de la gente”. Finalizó.
Volvió
el DT más ganador de la historia, ese que lo clasificó a su primera Copa
Libertadores, que le hizo ganar su única estrella y que volvió a meter en el
plano internacional. Será su cuarto ciclo en el club, nunca antes un técnico volvió
a Banfield tantas veces. El Lencho explotará de emoción en su primer partido al
frente del primer equipo. Volvió el Emperador, para que los días más felices
sigan siendo falcionistas.