viernes, 28 de junio de 2019 - 09:00

“Atajé diez años en Banfield y ahora vuelvo, pero como jugador"

Esta es la curiosa historia de Lucas Pelaia, que desde sus comienzos en el Futsal de Banfield con edad de Cuarta fue arquero, atajó diez años y se fue porque quería ser jugador. Le dieron la oportunidad en El Porvenir, fue goleador en Unión Ezpeleta y ahora vuelve en esa función a Banfield, tres años y medio después.
Por Sebastián Larocca. Muchos jugadores van cambiando de posición de acuerdo a lo que necesita el equipo y de acuerdo a su evolución dentro de la pista de juego. Un ala puede transformarse en último hombre o incluso cumplir la doble función como pivot. Ahora, que un arquero se convierta en goleador no es muy común.

Este es el caso de Lucas Pelaia, de 28 años, quien empezó a jugar en Banfield con edad de Cuarta. Como se lesionaron los dos arqueros de la categoría antes del inicio del torneo, no le quedó otra opción que ir al arco, porque era su puesto de chico, en el baby fútbol. En el debut en el campeonato le ganaron a Kimberley y atajó muy bien, el técnico le pidió que siguiera atajando y a mitad de año, tras la lesión del arquero de la Primera, tuvo que debutar en el primer equipo, a los 16 años. A partir de ahí atajó diez años en Banfield, hasta que en el 2016 decidió colgar los guantes para empezar a jugar.

“Jugué como arquero diez años hasta que me cansé de atajar y quise probar como jugador, porque yo paralelamente con mis amigos y en otros torneos amateur era jugador de campo y siempre hacía muchos goles. En el 2016 le informé al técnico de Banfield de ese momento que no iba a atajar más, que iba a jugar. Como ya tenía sus refuerzos no pude hacerlo en Banfield y decidí irme. Busqué club y me costó mucho porque como fui arquero diez años, no me tenían fe como jugador. Se me cerraron muchas puertas. Me contacté con Gastón Sabadín, que dirigía a El Porvenir en LAFA, me probó dos semanas y salimos campeones e hice 50 goles. Sabadín se fue a Unión Ezpeleta y yo lo acompañé por una cuestión de respeto y de códigos. Salí goleador en la Primera B con 51 goles, pasé a Camioneros, volví a Ezpeleta y ahora me llamaron de Banfield”, explica Pelaia, cada paso de su transformación.

De su vuelta al “Taladro”, Pelaia explica: “Es algo muy importante para mí, jugué diez años en el club, siempre como arquero y ahora me toca volver como jugador. Volví por el amor al club y por el desafío de jugar en Primera A, que como jugador nunca lo hice”.

Pelaia no sólo se convirtió en jugador, sino que logró una cantidad de goles envidiable. Marcó 51 tantos en su primer torneo en la B con Unión Ezpeleta, siendo el goleador del torneo. Luego marcó 20 en Camioneros y este año lleva 17 en Unión Ezpeleta, en quince partidos.

“Santoro (DT de Banfield) lo llamó a Alan Rebek (DT de Unión Ezpeleta) y le dijo que necesitaba un jugador de mis características. Me junté con él, me dijo que necesitaba un jugador que pueda aguantar la pelota arriba y que haga goles. Me dieron quince días para pensarlo. Hablé con Alan (Rebek), con la dirigencia de Unión, lo pensé y tomé la decisión por un desafío personal, porque Banfield es mi casa y porque siempre quise volver. Entendieron mi decisión, me bancaron en eso, me dieron su punto de vista y me dieron el ok, aunque ellos querían que me quedara. Me dejaron tomar la decisión que yo creía conveniente, por eso siempre les estaré agradecido a Rebek (DT de Unión Ezpeleta) y a Ariel Tozzi (Coordinador de Unión Ezpeleta)”, explica Pelaia. (Fuente Pasión Futsal)