Quien
hacía el gol ganaba, y terminó siendo el Fortín. Ellos tuvieron las más claras
pero en el juego no fueron tan superior a un Banfield que también tuvo las
suyas para quedarse con los tres puntos. El primer tiempo fue parejo, allí el
Taladro pudo haber anotado un gol y luego sí dominar el trámite del encuentro.
Pero en el complemento, Vélez mejoró y terminó justificando el resultado
gracias a su juego asociado, al cambio de ritmo, a la verticalidad en sus
juveniles y sobre todo, al gol de Robertone a poco del final del partido.
Nuevamente Banfield no tuvo volumen de juego, le costó tener la pelota y sufrió
la falta de Jesús Dátolo, quien le da pausa y claridad al equipo en la zona
media del campo. Cvitanich estuvo más acompañado con Carranza pero el balón le
llegó poco y sucio. Defensivamente no se jugó un mal partido, pero quedó la
mala sensación de haber perdido ante un rival que viene de sacarse la mochila
pesada del descenso y que estuvo más suelto. Otra hubiese sido la historia hace
dos o tres fechas atrás, allí Banfield hubiese podido jugar contra la
desesperación del rival. Poco propuso el Taladro y lo terminó pagando caro. No
hubo mayores diferencias entre uno y otro, pero fue Vélez quien tomó el centro
el ring y quien terminó ganando por ese golpe certero de Robertone.
Habrá
que hacer borrón y cuenta nueva, focalizar en sumar la mayor cantidad de
puntos, pensando más en el próximo torneo que en el actual. No fue un buen
semestre de año para Banfield que quedó fuera de las Copas, no clasificó a la
Libertadores y tendrá que mejorar mucho para avanzar en agosto en la
Sudamericana, llegar lo más lejos posible en la Copa Argentina y comenzar a ganar
partidos para clasificar a las Copas en el 2020, ya el 2019 lo tendrá sin
competencia internacional, salvo que gane la actual Sudamericana.