(Diario Marca). El 26 de julio del pasado verano, el Málaga acababa
de perder a Pablo Fornalsprevio pago de su cláusula de rescisión por
parte del Villarreal. Las redes sociales malaguistas clamaban contra el de
Castellón, (más tarde se sabría que el jugador había querido quedarse), y
contra la forma de hacer del club con el asunto. Hacía falta un golpe de
efecto, más si cabe tras la también anunciada marcha de Camacho a la Bundesliga días antes. El centro del
campo que había asombrado a todos en la segunda vuelta del curso pasado se
deshacía. Y el movimiento del Málaga, Arnau a la cabeza,
es desplazarse con rapidez a Milán para cerrar el fichaje de un desconocido
para Europa, Emmanuel Cecchini.
El
fichaje se cerró en Milán porque el agente del jugador se encontraba allí para
cerrar su llegada al Inter, algo que más tarde se descubriría que no era
cierto. El equipo de Martiricos ejecutó su idea y pagó 4,7 millones de euros
por el centrocampista de Banfield. A rey muerto, rey puesto pensaron muchos
aficionados que vieron en el joven Cecchini un nuevo posible ídolo. Sin
embargo, nada más lejos de la realidad.
La pretemporada dejó claro su rol
Con Míchel en el banquillo el argentino tardó ocho jornadas
en debutar en LaLiga. Jugó cinco minutos en un partido decidido contra el
Leganés en La Rosaleda. Los meses de verano ya habían dejado claro que no tenía
el nivel necesario para el fútbol español y que tampoco contaba con la
confianza del entrenador que apenas si le utilizó. Cecchini no estaba
fisicamente preparado para los partidos duros de Europa y siempre acababa los
encuentros amistosos al límite.
Una cesión sin fortuna
El
argentino fue de los primeros en llegar y el primero en salir en el mercado invernal.
Cecchini puso rumbo a México para jugar en el Club León. Pero allí tampoco ha
encontrado su sitio. El jugador apenas ha disputado 62 minutos en la
competición liguera de Clausura y dos partidos de Copa. Primero tuvo problemas
burocráticos en sus primeras semanas en el club y después el ex de Banfield fue
titular en la derrota por 5-1 del pasado mes de febrero de su equipo ante el
Santos Laguna. En el equipo mexicano le ha tocado lidiar con las criticas de
los aficionados y con un entrenador, Gustavo Díaz, que no
cree en él.
Actualmente con los reservas
Tras
la victoria en Copa ante el Atlético Celaya en el que León ganó por 4-1 pero
con un once plagado de suplentes y donde Cecchini no tuvo ni un minuto su
entrenador le sentenciaba: "No juega porque no tiene ritmo
y no tiene ritmo porque no juega. Ahora, ¿arriesgar partidos oficiales para
darle ritmo a un futbolista? Por lo menos desde mi punto de vista no es válido".
Esta frase fue clave para que Cecchini solicitara tener minutos en el equipo sub 20 donde lleva jugando desde el pasado mes de marzo. Para colmo, el jugador tendrá que volver a Málaga, donde parece que no le recibirán con los brazos abiertos tras el más que probable descenso a Segunda.