Pudo
haber sido peor, con esa sensación se fue el hincha a su casa, masticando
bronca por la chance perdida, pero respirando porque se estuvo muy cerca de la
derrota. Hubo rendimientos bajos en algunos jugadores, regulares en otros, y
buenos en otros tantos. Lo cierto es que el equipo sigue sin encontrarse, no
hay volumen de juego, poca sorpresa y peso ofensivo. Cvitanich está muy sólo
arriba, Mouche no jugó bien y Banfield tuvo pocas situaciones de gol. Arboleda dio
seguridad, Civelli es siempre figura y hoy se le acopló bien Danilo Ortíz. Los
laterales estuvieron flojos, Remedi ganó y perdió, Kalisnki jugó un partido interesante
y se ganó un lugar, mientras que Álvarez y Sperdutti casi ni tocaron la pelota
y cuando lo hicieron, la perdieron muy rápido. En definitiva fue un partido
irregular, desprolijo, pero con muchas emociones, sobre todo en el final.
Nacional abría el tanteador con el pase a la red de Papelito Fernández, quien
no gritó el gol. Bertolo, quien ingresó desde el banco, ponía, de cabeza, el 1
a 1. A diez del final, nuevamente los uruguayos encontraron la ventaja y en una
de las últimas, el gran capitán, Cvinich, la punteó a la red.
La
revancha tendrá que encontrar a un Banfield protagonista que vaya en busca de
los tres puntos, si es que sueña con acceder a la zona de grupos de la Copa
Libertadores. Ante Boca, el próximo domingo 21.30, Falcioni pondría nuevamente
un equipo alternativo.