Por Guido Cichello. Con gol de Juan Manuel Cobo en el último minuto de juego, el equipo logró su quinta victoria consecutiva y trepó a los primeros puestos de la tabla de posiciones. Se cierra un año con buenas y malas, pero con un cierre perfecto que ilusiona de cara al futuro. Falcioni sigue escribiendo capítulos de gloria en la historia del club.

El equipo quedó cuarto y sólo Newell´s o Lanús, con un partido menos, podrían superarlo. El Taladro fue de menor a mayor en éste segundo semestre del año, coronando con la frutilla del postre, ganarle a Independiente de visitante, y en el último minuto del partido, gracias a la aparición del ingresado Juan Manuel Cobo.

El marco era imponente y el partido se presentaba difícil ante un rival que venía en ascenso como Banfield. El trámite fue parejo, y ambos tuvieron para ganarlo, pero también para perderlo. La primera fue del Rojo y a la siguiente del Tanque Silva. La mitad de cancha fue más de transición que de combate. Bertolo era la carta ganadora para un Banfield que mantuvo sus ideales intactos, que supo presionar en el sector justo del campo y que intentó ganar el juego de contragolpe, pero siempre posicionándose lejos de Hilario. Por momentos lo consiguió, allí se vió el mejor Banfield, y por otros fue Independiente quien impuso condiciones, sobre todo en el manejo de la pelota, no tanto en las situaciones de riesgo. Todo transcurría por los carriles normales, era golpe por golpe y en ese intercambio era Banfield quien pegaba más fuerte. Pero cuando el partido se moría, y el empate era lo que más se había ajustado al trámite del partido, apareció el volante Juan Manuel Cobo para desatar la locura del plantel del Taladro. El volante central agarró un rebote tras un propio cabezazo, y de derecha ponía la victoria final.

Hacía mucho tiempo que el equipo no terminaba un año de ésta manera, habrá que descansar, focalizar en seguir por el mismo camino y soñar en grande, como lo ha hecho siempre Falcioni defendiendo éstos colores.