Por Guido Cichello.
Si bien la expulsión de Iván Rossi del primer tiempo condicionó el trámite del partido, cierto es que once contra once, Banfield no hizo méritos para quedarse con el resultado parcial. Sarmiento por su parte, tuvo 6 situaciones netas de gol pero Hilario y su propio inoperancia hicieron que el juego termine igualado en cero.Ya nada sorprende al hincha de Banfield que se acercó al Florencio Sola, por pura inercia futbolística, aunque sí para alentar y apoyar a un equipo, que sin dudas, no lo representa. “En las buenas y en las malas mucho más”, fue el clásico cantito que duró hasta el final del partido, entre algunos chiflidos aislados. El equipo de Falcioni no levanta cabeza, no tiene una idea definida de juego y no logra hilvanar situaciones claras de gol, debido a la mezquina idea de juego del entrenador. El nivel individual y colectivo está por debajo de lo normal y eso tampoco ayuda, pero táctica y estratégicamente, el equipo arranca perdiendo. Ante Sarmiento el primer tiempo fue parejo, y la visita sólo generó dos situaciones claras de gol, pero no mucho más. El empate parecía justo o lo que mejor se ajustaba al trámite del partido. Pero la expulsión de Rossi a falta de 5 minutos para el descanso, cambió todo. Banfield se metió más atrás aún, cedió toda la iniciativa y esperó a un Sarmiento que, aisladamente generó varias situaciones claras de gol que no pudo convertir. Hilario Navarro estuvo atento, pero los de Junín no estuvieron finos en el último toque. Mirando puertas adentro, todos desean que se termine el torneo para barajar y dar de nuevo. Se viene la Copa Sudamericana, pero antes una depuración del plantel y la contratación de jugadores que puedan revertir este mal momento deportivo del club. La esperanza es lo último que se pierde, pero con ésta idea de juego, será difícil llegar muy lejos.