Por Guido Cichello. El plantel de Banfield sabe que el choque del domingo será trascendental y que marcará el camino en el tramo final del torneo. Una victoria le permitirá soñar con clasificar a una Copa, pero una derrota lo hará pensar en la próxima temporada. Lo anímico del post clásico será determinante de cara al futuro.

Ni bien se sortea el fixture a comienzo de temporada, lo primero que mira el hincha de Banfield es la fecha del clásico contra Lanús. La expectativa que se genera en torno a éste partido es muy importante, se trata del honor del barrio, de las cargas previas y post partido. Pero por sobre todo el honor de ambos clubes. El historia favorece ampliamente a Banfield, sin embargo con ésta comisión directiva aún el equipo no ha ganado ningún clásico, siendo éste un partido clave para poder hacerlo. La actualidad deportiva es similar, Lanús también lleva un andar irregular en el torneo y se ubica, con 36 puntos, uno por debajo del Taladro. Los dos entrenadores pondrán lo mejor que tienen, a pesar de que el Granate viene de clasificar, por penales, a la semifinal de la Copa Argentina. Anímicamente ambos llegan enteros, y Vivas es consciente de la necesidad de sumar de a tres puntos. Los hinchas estarán el próximo domingo a las 21.30 prendidos a sus televisores soñando con los tres puntos, ahora no importa las maneras ni las formas, sólo sirve ganar y festejar una nueva victoria de visitante en el clásico. Herramientas tiene el cuerpo técnico para llegar al triunfo, habrá que buscar la mejor forma, entregar todo, y no cometer errores. Banfield depende de sí mismo para poder conseguirlo porque tiene material para hacerlo. El 0-5 vuelve a la memoria de todos, y por qué no soñar con una goleada de visitante, volvería a ser histórico y recordado por siempre.