miércoles, 15 de febrero de 2006 - 16:59

La columna de Julio Jardel

Banfield, entre el poderío en el "Lencho" Sola y su sequía de visitante
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\nLos dos triunfos de local y las dos derrotas de visitante cosechadas por Banfield en el comienzo del Clausura no hacen más que reafirmar una tendencia que se evidenció en el campeonato pasado: el "Taladro" es fuerte y convincente en Peña y Arenales, y muestra mayores falencias y debilidades fuera de su estadio. Asimismo, defensivamente el equipo no muestra la solidez de otros tiempos. Que tiene y que le falta para poder pelear arriba.
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Por Julio Jardel para SoydeBanfield.com.ar FutbolEnVerdeyBlanco@yahoo.com.ar
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\nCuatro fechas no son suficientes para ser determinante en los conceptos, pero sí permiten realizar un primer análisis con los aspectos positivos y aquellos negativos que nos ha mostrado Banfield en el arranque del Clausura. Con aspectos del juego interesantes y algunas falencias que valen la pena repasarlas. Con individualidades que se muestran en un nivel alto y otras que deben levantar muchísimo. Con un funcionamiento colectivo que por momentos ilusiona y en otros refleja dudas. En definitiva, lo que quedó en el debe y en el haber en el comienzo del certamen.
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\nEn cuatro fechas, el "Taladro" acumuló más derrotas que en todo el torneo pasado, en el cual solo había caído ante Estudiantes en La Plata. Por otra parte, el Florencio Sola ratificó su condición de estadio "casi" inexpugnable para los rivales, consiguiendo Banfield dos victorias merecidas e indiscutibles. La tendencia confirma una realidad que acompañó al equipo en el Apertura: de local impone claramente su poderío, de visitante le cuesta una enormidad lograr los tres puntos (la última victoria fue en la 6ª fecha de aquel certamen ante Gimnasia y Esgrima de Jujuy, luego vinieron cinco empates y tres derrotas).
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\nEstá claro que al equipo del "Gato" todos lo respetan, pero es notorio que de local suele encontrar las variantes para vulnerar a sus rivales (así lo refleja su largo invicto en Peña y Arenales) y de visitante suele costarle mucho más. No caben dudas que una de las cuestiones que deberá trabajar el cuerpo técnico es intentar revertir esta situación: para pelear realmente arriba como se pretende es indispensable sumar de a tres fuera de casa también.\nLas causas de las derrotas ante Quilmes y River, y de las victorias ante Racing y Tiro Federal, hay que buscarlas en aspectos del juego y del funcionamiento del equipo que ya observamos en el Apertura. Hay virtudes que se mantienen y deficiencias que no se superan.
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Lo que dejó el Apertura\nEn primer lugar, si hay un aspecto que caracterizó a Banfield durante la temporada pasada es que se transformó en un rival duro y difícil para cualquiera (al igual que en los dos años anteriores). Se acostumbró a pelear de igual a igual con todos, a partir del orden, la disciplina táctica, y una saludable intención de asumir el protagonismo. Sin embargo, en varios pasajes de aquel torneo le costó marcar una clara superioridad sobre sus rivales. No era menos, pero tampoco más. Era firme y sólido del mediocampo hacia atrás, pero le costaba encontrar variantes ofensivas y cuando las encontraba, no estaba fino a la hora de la definición. Así llegaron la sucesión de empates y los 28 puntos finales que conformaron a todos, a pesar del sabor agridulce por no haber alcanzado el objetivo propuesto de las 30 unidades.
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Los primeros partidos\nIndudablemente el arranque frente a Racing fue la mejor demostración futbolística de este equipo en el 2006. Fue una noche soñada: tres goles a favor (uno más lindo que otro), ninguno en contra, una superioridad evidente. Colectivamente un funcionamiento aceitado, mucho más "suelto" con la pelota que lo que cualquiera hubiera podido imaginar después de una pretemporada. Enfrente, un rival que comenzaba a mostrar signos inequívocos de entrar nuevamente en crisis.\nLuego vino la derrota ante Quilmes, por una diferencia exagerada, pero merecida al fin. Extrañó ver a Banfield con tantos desajustes defensivos. Los pelotazos cruzados complicaron toda la noche. Y pese a que por momentos tuvo el control de la pelota y generó las situaciones de riesgo, falló a la hora de concretarlas. El equipo no tuvo equilibrio, se descompensó y el "Cervecero" no lo perdonó. Si cometés errores en las zonas de definición, en las dos áreas, es difícil conseguir un resultado favorable. Y eso pasó en aquel partido. Para el "Gato" ganar un clásico como DT sigue siendo una asignatura pendiente (será ante Lanús??).
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\nFrente a Tiro Federal el "Taladro" ganó con justicia, pero no trasladó a la cancha la superioridad que supone un equipo que salió 5º en el Apertura y otro que es candidato cantado para descender de categoría. Lo ganó con oficio, demostrando capacidad de reacción ante el marcador adverso (descuido defensivo en el comienzo del partido) y siendo paciente e inteligente para no desesperarse y poder encontrar espacios. Con eso le alcanzó ante un débil rival. Y a esta altura de las circunstancias, ese piso de rendimiento exhibido ante los rosarinos le permite a Banfield estar por arriba de muchos equipos del campeonato. Para pelear bien arriba necesitará agregarle otros condimentos.
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\nLa derrota con River fue clara. Pese a ponerse en ventaja rápidamente y superar a su rival en los primeros 25´, luego el "Millonario" supo encontrar espacios, ajustó las marcas y aprovechó los desajustes defensivos de una defensa que en ningún momento apareció firme y de un mediocampo que no marcó correctamente (muy solo el "Rioja" Leiva, muy impreciso y perdido Fabián Santana). Además, el horror de Sanguinetti en el comienzo del segundo tiempo le facilitó la tarea al conjunto de Passarella. Pese a la caída, se puede destacar que generó varias opciones para convertir, pero nuevamente chocó contra su falta de precisión en los metros finales.
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Un análisis general\nMi impresión es que Banfield aún no transmite la misma seguridad y firmeza defensiva de otros tiempos. La dupla central (Gabriel Paletta y el "Archu" Sanguinetti) no termina de complementarse adecuadamente, y que al equipo le hayan convertido siete goles en los últimas tres presentaciones es una señal evidente que hay mucho por corregir. Y si el "Taladro" no está sólido en la última línea, es porque en el mediocampo Leiva aparece por momentos sin la compañía necesaria. Santana dejó de ser una promesa y ahora debe ratificar lo bueno que insinuó en el torneo pasado, y en las primeras fechas se lo vio con vaivenes en su rendimiento y sin la precisión con la pelota que supo mostrar anteriormente. En ese sector no hay demasiadas variantes. Por los costados, Galván también deberá aportar muchísimo más no solo con la pelota en su poder, sino al momento de correr y cubrir espacios (frente a River, por ejemplo, Federico Domínguez subía permanentemente por su sector y ni Galván ni Galarza lograban neutralizarlo).
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\nLo que Banfield ha perdido en algunos pasajes de estos partidos es lo que lo caracterizó en este tiempo de éxitos que lo acompaña desde el ciclo que comandara Julio César Falcioni: el orden, el equilibrio. Fueron varios los equipos que lo encontraron mal parado, descompensado a la hora de retroceder. Seguramente a partir de volver a sentirse un equipo fuerte defensivamente, con los relevos funcionando correctamente y con algunas individualidades clave levantando su rendimiento, Banfield recuperará aquella solidez que lo caracterizó.
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\nPor otra parte, es destacable que con la pelota en su poder el equipo ha generado una cantidad importante de situaciones de gol. Y que los volantes lleguen a posición de gol también es una virtud a resaltar (convirtieron Dátolo, Leiva y Galván, y también llegaron con posibilidades Santana y Romero). Hay dos hombres determinantes en ese sentido: Jesús Dátolo, que parece recuperar aquel nivel que lo destacara tiempo atrás, y Cristian Leiva, convertido en el jugador que clarifica el juego y distribuye en primera instancia, agregándole ahora la cuota de gol con remates de media distancia.
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\nSin embargo, el juego de Banfield de cara al arco rival depende hasta el momento en demasía de lo que pueda generar Dátolo: es el que cambia el ritmo, el que acelera, el que marca la diferencia en el mano a mano, el que intenta asistir a los puntas. Por la derecha, una falencia que ya es conocida: ni Galván ni el "Rulo" Romero (al igual que en gran parte del Apertura) le aportan con continuidad fútbol y dinámica por ese sector.
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\nPor ello mismo, si los rivales logran neutralizar a Dátolo, Banfield se vuelve previsible. Falta juego por la derecha y sorpresa desde los laterales para disponer de mayores opciones para complicar al rival de turno. Allí el cuerpo técnico deberá ser capaz de encontrar las variantes necesarias para cuando el hábil volante esté controlado. Entre ellas, la pelota parada que en otros momentos tan bien usufructo el "Taladro" y que hoy hace tiempo no termina de capitalizar.
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\nFinalmente, el nivel de efectividad de los delanteros y del equipo en general deberá crecer considerablemente. Se concreta un porcentaje muy escaso de las situaciones que se crean. José Sand (de muy buen rendimiento en las primeras fechas) es el único punta que ha convertido en cuatro fechas, algo para tener en consideración. Josemir Lujambio aún está lejos del nivel que mostró antes de su lesión. Y aparecen el "Chipi" Barijho (un refuerzo de jerarquía, hasta el momento mostrándose en mejor forma que el "uruguayo"), Darío Cvitanich y Franco Mendoza, para una zona que es donde se disponen de mayores variantes.
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\nPor otra parte, en dos partidos (Quilmes y River) Banfield volvió a mostrar una característica que tuvo en muchos encuentros del Apertura: estuvo en ventaja y no pudo mantener la diferencia a favor. Y ganando el partido tuvo las chances para aumentar la diferencia, pero no las trasladó a la red. Poder mantener el resultado a favor, manejando los tiempos de los partidos, son situaciones que le pueden permitir al "Taladro" subir aún más en la tabla de posiciones. Revirtiendo esta situación, quizás muchos de los empates del Apertura se puedan transformar en victorias.\nEn definitiva, estos son algunos de los aspectos del juego que observé en las primeras fechas. En este torneo se define el campeón, los descensos, la clasificación a las copas. No hay revanchas. Banfield desea ingresar nuevamente a las competencias internacionales, para lo cual deberá sumar como mínimo alrededor de 30 puntos. Tiene plantel como para pelear por ese objetivo y ha demostrado tener el fútbol para conseguirlo. Pero deberá corregir algunas falencias para poder soñar en grande.
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\nTiene a su favor que juega con una gran tranquilidad. El equipo logró con Luis Garisto la permanencia en Primera, con Julio Falcioni el cambio de mentalidad, la consolidación en la máxima categoría del fútbol argentino, el ingreso a las Copas (incluyendo el histórico acceso a los cuartos de final de la Libertadores) y un subcampeonato. Ahora es el turno del "Gato" Leeb. Habrá que ver si el sueño y los objetivos se concretan nuevamente.